«Una historia que es muchas historias», así reza en la contraportada de este libro y realmente es cierto, aunque con matices. La autora cuenta la vida de cada uno de los personajes. La de los gemelos – Estha y Rahel – que vivieron 7 años juntos y 23 separados. La de su madre, Ammu, que necesitaba sentirse mujer. La de los padres de esta y la de su hermano, Chacko, y la de la hija de este: Sophie Mol. Pero no olvidemos a Velutha, «el dios de las pequeñas cosas».
«El dios de las pequeñas cosas no dejó huellas en la arena, ni ondas en el agua, ni imágenes en los espejos».
La trama comienza con la muerte de Sophie Mol, ahogada accidentalmente en el río. Este suceso desencadenará la tragedia de Ammu y sus gemelos. Algo que es mucho más duro y cruel de lo que parece a simple vista.
La autora toca temas como la división de castas en la India, la desigualdad entre hombres y mujeres y el matrato a la mujer.
Se entremezclan la crueldad, la rabia, el odio y la mentira con la sensibilidad, la ternura, el cariño, la inocencia y, sobre todo, el amor. El amor que tiene un nombre: El dios de las pequeñas cosas.
En el fondo, esta novela de lo que trata es de la transgresión de las leyes del amor «que establecen a quién debe quererse. Y cómo. Y cuánto.»
Son dos historias de amor, imposibles.
Una, la de Ammu y Velutha, separados por las castas (tocable-Intocable) y catalogada como tabú.
La otra, la de Estha y su hermana Rahel, aberrante según las leyes de la naturaleza humana.
Pero, ¿podemos entender que lleguen a suceder historias como estas, sobre todo, como la de los gemelos? Sí, yo diría que sí. La soledad, la futilidad del tiempo, el dolor y la culpa congénita, las ganas de amar, de tener alguien a tu lado, lo hacen, si no aceptables, al menos comprensibles en una sociedad como la india, en la que la mujer no es aceptada si es divorciada.
Estha y Rahel estaban unidos por el peso del pasado, su infancia, pero, al encontrarse de nuevo, realmente sólo eran dos desconocidos ávidos de encontrar en otro ser el complemento a su propio yo.
Para terminar, me gustaría compartir con vosotras los versos de la canción que escuchaba Ammu en su radio de mandarina justo antes de inciar su aventura hacia los brazos de Velutha:
«No hay tiempo que perder,
la oí decir.
Realiza tus sueños antes de que se esfumen.
No dejes que se extingan siempre.
Si pierdes tus sueños,
perderás la razón.»
El hilo de Ariadna 
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Felicidades a la compañera Conso por su reseña, que nivelazo!!!
Tal y como lo describe tiene buena pinta.
Nosotras leímos hace un tiempo «Problemas de familia». También estaba ambientada en la India y en ella se tocaba el tema de la diferencia entre castas y la imposibilidad de un amor entre el protagonista y una joven de la que se enamora pero que por su diferencia de clase social no les es permitido vivir esa historia de amor, lo cual marca a los dos para el resto de sus vidas.
Una novela muy recomendable.
Besitos a todas :).
Gracias guapa!
Te felicito sinceramente por tu reseña, que nos ofrece una visión muy completa y un estilo literario con mucha identidad. Muchas gracias Conso. Creo que voy a contar contigo para estas cosas en futuras lecturas 😉
Una reseña muy bonita y bien hecha, no olvida nada del libro, lo capta todo sin extenderse demasiado.
Te felicito Consolación, has dejado el listón demasiado alto para las demás.
Besos.